Una de las principales dudas que surgen es cuánto se paga por una donación. Y es que, cuando se trata de una operación inmobiliaria, todo cambia tan rápido que a veces nos perdemos.
Y lo cierto es que la persona que dona la propiedad o cede el inmueble, debe declarar esa cesión al fisco. Lo que significa que deberá abonar el porcentaje correspondiente al IRPF.
Pero todo esto es un poco más complejo de lo que pueda parecer, porque existen diferentes supuestos. Además de las obligaciones de cada parte.
Y es que las herencias no son el único tipo de donaciones que se conocen. Por eso vamos a ver las opciones con más detenimiento.
¿Cuánto paga el que recibe la donación?
La persona receptora de la vivienda donada ve aumentado su patrimonio tras la donación. Esto significa que va a tener que hacer frente al Impuesto vigente sobre Sucesiones y Donaciones.
Dicho impuesto depende de las diferentes Comunidades Autónomas y son estas quienes lo regulan. Siempre en atención al lugar en el que se encuentre situada la propiedad que nos ocupa.
En la Comunidad Valenciana el cálculo sobre este impuesto dependerá, en general, de la fecha de construcción de la propiedad. Es decir, que si el inmueble tiene más de 20 años, se considerará el 95 % de su valor catastral.
Y en caso de que tenga más de 5 años o más de 10, se considerará el 50 y el 75 % del valor respectivamente.
¿Qué requisitos debe cumplir el donante de la vivienda?
De nuevo en la Comunidad Valenciana, un donante debe poseer un patrimonio neto inferior a 600.000 €. Siempre que la donación sea a sus hijos y para hacerla efectiva se debe escriturar ante notario.
Por lo que estos gastos de escritura pública también deberán asumirse por las partes o repartirse según acuerdo entre las mismas.
Seguidamente, se presentarán los papeles en la Hacienda Pública para el cálculo del IRPF. Aunque esto no implique pagarlo en el mismo momento (hay un mes de margen).
Conclusiones
Por lo tanto, la formación inmobiliaria te ofrece muchas herramientas para adaptarte a cada contexto. Así como a cada tipo de cliente que puedas encontrarte.
Al tiempo que te dota de herramientas para moverte en el mercado y comprenderlo, en beneficio de tus clientes.
Entre padres e hijos, así como entre abuelos y nietos, habría una bonificación. Pero cuando la persona que dona la vivienda ya ha fallecido en el momento de hacerlo efectivo.
En ese caso, si la casa tuviera un valor de 250.000 €, se le aplicaría una reducción. Quedándose en 150.000 € la base o valor a declarar, a la hora de calcular el impuesto de la operación.
Requisitos para aplicar la reducción del valor a declarar
No solo el parentesco es importante, además del libro de familia, habría que demostrar una serie de ítems.
- Tal y como hemos dicho antes, que la persona que hace la donación no supere los 600.000 € de patrimonio neto total.
Cuando las donaciones son entre parientes ascendientes, descendientes o entre cónyuges, si el patrimonio del que dona es superior a 600.000 €, se le aplica un porcentaje de gravamen mayor. Que de media ascendería a un 9 %, frente al 7 % para los que se mantengan por debajo de esta cifra.
- También la donación deberá plasmarse o formalizarse en un documento público, como una escritura ante notario.
- Si se percibe algún dinero en metálico, dentro de la donación, deberá justificarse su procedencia debidamente. Además, esta transmisión deberá hacerse por los medios establecidos a tal efecto. Esto es transferencia, cheque nominal o tarjeta (son independencia de si es de crédito o de débito).
- Cuando el donante es discapacitado, la reducción no será de los 100.000 € que hablábamos antes, sino de 120.000 como máximo. Pero si esa minusvalía reconocida es de más del 65 %, podría subir hasta los 240.000 €.
También recientemente se ha incluido a las mujeres víctimas de la violencia de género dentro de las beneficiarias de otras deducciones.
Como ves son muchos los peros y los requisitos que nos encontramos. Además de las opciones que debemos barajar para que una donación no nos salga cara.
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