Pequeñas reformas que incrementan el valor de tu piso

En la venta de un piso influyen muchos factores. Un piso bien situado, aunque esté en un estado semiruinoso, puede tener un alto valor económico simplemente por el lugar en el que está emplazado que haga que compense pagar el precio que se pide más la correspondiente reforma.

Sin embargo, si el piso está situado en una zona media, lo habitual es que haya una gran oferta en ese mismo barrio y que los precios sean altamente competitivos. Por eso, una forma de atraer a los posibles compradores es ofreciéndoles una vivienda que esté en buenas condiciones para entrar a vivir y que permita no tener que realizar, al menos a corto plazo, ningún tipo de obra.

Sin entrar en reformas integrales cuyo alto valor difícilmente se podrá recuperar, hay pequeñas obras y trabajos que incrementan el valor de la casa y su atractivo sin tener que invertir grandes cantidades.

La cocina y el baño

La cocina y el baño son para la casa como el cuello y las manos para las personas, siempre revelan su verdadera edad. Pero hay ciertos retoques que permiten disimular el paso del tiempo sin tener que invertir una gran cantidad de dinero.

Quitar una bañera vieja y en mal estado y sustituirla por una ducha no supone una gran inversión de dinero. Pero no hay que olvidar completar la obra con una mampara que acabe de vestir el cuarto de baño. Puedes encontrar mamparas para ducha en VidriosFamar.

En la cocina se puede sustituir una vieja cocina de gas por una moderna vitrocerámica, cambiar un fregadero demasiado rayado o forrar las puertas de las alacenas con vinilos especiales para cubrir arañazos o diseños muy anticuados.

La pintura y los suelos

Una casa bien pintada se percibe como limpia y ofrece la impresión de una casa cuidada. Darle una mano de pintura antes de comenzar a mostrarla no supone una gran cantidad de dinero, pero sin embargo mejora mucho su apariencia.

En el caso de los suelos, algunos materiales se deterioran con el paso de los años, o simplemente no se ven atractivos en absoluto. Es el caso de los suelos de terrazo, muy populares en los años setenta pero que hoy en día resultan fríos y muy poco atractivos.

Los suelos de vinilo son muy económicos, resultan muy modernos y cálidos y ofrecen una sensación totalmente diferente. Pueden imitar al corcho, a la tarima de madera o incluso al mármol y permiten incluso no cambiar los rodapiés o prescindir de los mismos si estos están muy estropeados.